no soporten el peso de tus problemas.
Yo cargaré esas espadas,
y el dolor ya no te será un dilema.
Cuando se desgaste tu vista,
yo seré tus ojos.
Iluminaré tu camino estando lista,
para saber cual escojo.
Te cuidaré cuando tus rodillas,
te impidan avanzar.
Te colocaré sin penas las mías,
y así podrás continuar.
Siempre ten presente,
en la vida nada cuesta amar.
Y por más que cueste lo que cueste,
estoy dispuesta a pagar.
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