Carta Dile a él

Dile que no intente borrarme de ti, dile que nunca lo amaras como a mí, dile que yo te enseñe que era el amor, di que nunca vas a quitar de ti mi olor, ve y dile que te diga que eres el amor de su vida y en la subida se mida con las bebidas, que te abrace con la fuerza con la que yo lo hice, que cuando no salga lo que planearon improvise.

Ve y dile que te regale dulces de colores y que no te de tantas flores para que las valores, dile que jamás te vas a olvidar de mí y enséñalo a besar tan bien como yo te enseñe a ti, infórmale como es que te gusta que te traten y que en sus peleas siempre hay ganador no existe el empate que él siempre va a tener la culpa de todo y que si quiere durar contigo hay que ponerse a modo, cuéntale que hacia yo para volverte loca que te apriete la espalda mientras te muerda la boca avísale tu horario para que él no sea un estorbo que a veces te bese lindo y a veces con morbo que reinvente sus chistes para que siempre te den risa, que cuando te vea no le lata el corazón tan de prisa que no tarde más de dos horas sin mandar un mensaje que nunca se vaya corriendo del coraje.

Dile que no intente borrarme de ti, dile que nunca lo amaras como a mí, dile que yo te enseñe que era el amor, di que nunca va quitar de ti mi olor, aclare que nunca se compare conmigo porque yo te enseñe a vivir fui tu novio y amigo, dile que no hable nunca de aquel loco que te amo que ahorita es él sí pero que antes de él fui yo, dile que cuando viajen juntos te despierte con un beso que eres celosa pero que disfrute como yo estar preso que no le de hambre en medio de tu novela y que si te habla al odio despacito tus hormonas vuelan, dile que te engañaba o al menos eso creías y que por mi culpa ya ni en tu sombra confías háblale de mis detalles y de mis errores para que no los cometa y no existan los dolores, cuéntale que a ti no te gustan los humanos porque no sabes perdonar un error del mismo que te haga sonreír cuando caminen de la mano que te sostenga cuando vayas a caer al abismo.

Dile que te de su abrigo aunque muera de frio y que su papá te haga de cenar como el mío mientras estaré tranquilo y buscare testigos porque tu no mientes y dijiste que te casarías conmigo.