Te amo más que a nada en el mundo. Eres, en resumen, toda mi vida. Compones cada parte de mí y la llenas de felicidad.
Muchas son las razones que tengo para preocuparme tanto por ti. Y aunque parezca exageración, insistencia o necedad, jamás de los jamases dejaré de cuidar de ti.
El simple hecho de pensar que por tu mente pueden pasar pensamientos tristes, eriza mi piel y carcome mi alma.
Una persona como tú no merece en la vida derramar una sola lágrima. Pero, si alguna vez te sientes mal, amor, sabes que en mí puedes confiar. Y te ruego disculpes mi insistencia aún sabiendo que te encuentras bien. No logro evitar sentir esa necesidad de saber cómo te sientes. Y aunque te encuentres bien siempre te lo volveré a preguntar.
Y te haré reír a carcajadas y haré que olvides quizá la molestia que en algunos momentos he causado, precisamente por tanto insistir y por siempre preguntarte lo mismo.
Pero como tú misma me lo has dicho; sé que no causo molestias.
Sólo soy un hombre enamorado que trata de cuidar a la persona que ama y que amará por siempre.
Por momentos no pienso en lo que digo, pues mi corazón sólo quiere que tú estés bien.
Te amo y por eso tanto insistir.
Y quiero que sepas que nunca en la vida dejaré de hacerlo, pues eres todo para mí, y si te encuentras mal, me encargaré de alegrarte por siempre.
Espero encuentres entendible mi explicación, y aunque no necesito explicarlo, quiero hacerlo, y con eso hacerte saber una vez más lo que siento por ti.
Me preocupo en todo momento por ti. No dejo de pensarte ni un solo instante.
Y me sentiré un poco apenado al verte.
Tú me entiendes mejor que nadie, amor mío.
Amor, te extraño como no tienes idea.
Todos los días te extraño con todo mi ser. Me hacen falta tus brazos protegiéndome.
Es indescriptible lo que siento cuando me abrazas. Estoy en el lugar más seguro del mundo.
Estoy en tu corazón y ahí me mantendré siempre.
Necesito decirte cuánto te amo. Siento la necesidad de besarte y abrazarte.
Te necesito. Siempre te necesito.
Amor mío, regresa pronto.
Recuerdo cuando te besé por primera vez. Tus labios dulces me atraparon y me enamoré de ti.
Todo lo que siento por ti, dulce mujer proveniente de los dioses, se incremente y se intensifica a cada día que pasa.
Llevo la cuenta de cada segundo que hemos estado juntos.
Conviertes mi vida en la más feliz de todas. Tu sonrisa alegra mi alma. Tus ojos; sabes lo que pienso de ellos.
Tus ojos siempre me han parecido los más hermosos del universo, pues encierran el universo en ellos.
Siempre me preocupo por ti. A veces en extremo, pero es inevitable, amor mío. Te amo y ésa es la razón de todo lo que hago.
Por que todo lo que hago siempre es con la mejor intención y con todo el amor del mundo.
Eres mi vida entera. Vida, mi vida eres tú.
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